Mi amiga Regina escribe así de bien, y yo intento ilustrar sus versos.
LA VIDA, INSTRUCCIÓN DE APAGADO
La mirada descansa en un cuarto vacío poblado, sin embargo, de materia.
Los vecinos, afuera, ocupan el espacio en sus casillas,
no son sino figuras de un tablero-edificio;
objetos polvorientos entre objetos.
de portazos lejanos, de tráfico licuado,
ralentiza las horas,
enmarca los minutos, amamanta el instante en el que el sol desciende,
milímetro a milímetro por mis piernas cruzadas
hasta que sólo queda el murmullo mullido
del lápiz sobre el folio nevado,
ahora infinito.