V
Estiramos
nuestros cuerpos para habitar el momento y estiramos
nuestros
rígidos cuerpos para rascar el velo, el adhesivo
opaco
del futuro. Al mismo tiempo las uñas están negras,
desgastadas
de tanto anticiparse.
Nuestro
cuerpo decapitado y manco
marcha
como un autómata y reparte la ropa en los cajones
y
habla por el ombligo de enfermedades y otras enfermedades
y a
la vez
estiramos
nuestro cuerpo para engullir la espera
y el
maldito gusano en el agujero,
para
hacernos agujeros de gusano y consumir la vida
trasladándonos
siempre, en realidad.