martes, 25 de marzo de 2014

LITERIO III: CABEZA ABAJO

Sigo estrujándome el seso para montar una serie de ilustraciones sobre el acto creativo, el lenguaje y la literatura a partir de poemas de Regina Salcedo.



AVE LITERARIA

Ilustración parte de una serie sobre el hecho literario, dibujos inspirados en poemas de Regina Salcedo en los que desarrolla la creación literaria como necesidad.




Ilustración realizada con rotuladores calibrados sobre papel.


lunes, 24 de marzo de 2014

LITERARIO

Manifestando la experiencia literaria fuera de lo literal.





CLASE DE SUMINAGASHI EN EL COLEGIO SAN FRANCISCO


La tarde del viernes pasado estuve en el Colegio San Francisco de Pamplona dando a estos estupendos chicos una clase de suminagashi, está técnica japonesa de pintura por flotación. Lo pasamos fenomenal. Aprendimos muchas cosas unos de otros. Yo intenté transmitirles una técnica apta para todos, a quienes les gusta dibujar y a los que no, que eran muy pocos, pero ya con nueve años hay algunos que creen que hay una forma "buena" de dibujar y otra "mala". Aprendimos que el suminagashi depende del azar, así que no hay posibilidad de error, siempre saldrá algo imprevisto e interesante.



 Antes de empezar ¡a remangarse!



 ¡Manos a la obra!








Poco a poco y que el agua nos sorprenda


Diseños flotantes



Últimos toques



¡Venga chicos, vosotros solos!



Respetando los turnos


Fotos de grupo tras el trabajo bien hecho.



Un gustazo compartir la clase con todos vosotros ¡seguro que repetimos!

jueves, 13 de marzo de 2014

LOS QUE REPTAN

El martes fui a la Escuela de Arte Catalina de Oscáriz a explicar cómo hago el suminagashi, una técnica japonesa de pintura por flotación. La misma puede servir como trabajo acabado con la que se obtienen diseños en el papel muy interesantes, o ser la base para una nueva obra. En este caso, a partir de la mancha que la tinta dejó sobre el papel encontré, de casualidad, este bicho extraño al que le he dado un aspecto más acuático alterando los colores con photoshop. Se lo dedico a mi amiga Regina y su novela que, después de cuatrocientas páginas, me tiene viendo dragones en cada mancha.