Este proyecto va creciendo en mi cabeza y en el papel. Voy compartiendo el proceso de dibujo a lápiz, con fotos del original, que me sirven para saber qué efecto me causa mirar la fotografía. Este efecto, difiere de mirar el pliego de papel original. Hacer la foto y colgarla me sirve para tomar distancia. El papel (un A3), se convierte en un campo infinito en el que me sumerjo, pero el dibujo es el que es, independientemente de lo que haya en mi cabeza cuando lo concibo. El espectador no tiene porqué sentir con mi dibujo lo mismo que siento yo cuando lo hago, son caminos diferentes que se complementan, pero la búsqueda es individual. Por eso aquí, en la pantalla, reposa el dibujo a lápiz. Después, la tecnología hace que el trazo a lápiz se convierta en otra cosa, hace que pueda poner la distancia necesaria para crear una historia y que esta se entienda más allá del propio proceso individual de creación. Para mi, este blog es mi cajón, mi campo de pruebas, aquí reposan las historias antes de convertirse en tales.
