El año pasado me regalaron una planta que hoy ya no da flores. Al mirar la maceta y la cinta de regalo que aún conservo, el recuerdo de la flor ha vuelto como un fantasma. Ya no hay orquídeas, pero el perfil de las que hubo trae nuevos aromas.
La llanura infinita y el cielo su reflejo. Deseo de ser piel roja. Leopoldo María Panero